Sujetos-objetos y zombies. Sobre Necro-política, Bio-poder y Especismo.



Propongo dos subtítulos adecuados según la postura–y el carácter- del lector.

Tendencioso –simplemente para atraer a un ciudadano enojado con el sistema (si es así, usted tiene sus razones):
De cómo se deja morir a los que no generan suficientes ganancias”.

O el políticamente correcto –para un ciudadano despreocupado y “apolítico” (si es que se puede ser políticamente correcto y apolítico al mismo tiempo):
Conceptos fundamentales para entendimiento de las políticas de control y dominio de la vida y la muerte en la actualidad”.

Ahora bien, este texto tiene como objetivo analizar la interrelación entre los conceptos de “Biopoder” (Foucault),  “Necro-política” (Mbembe) y  “Especismo” (Ryder) asi como su vínculo con múltiples problemáticas que materializan las políticas que manipulan, gestionan y administran la vida en base a los principios del sistema económico #.

#Sistema económico:
 Significado para el ciudadano apolítico-políticamente correcto: se refiere a una estructura resultante de la producción, distribución y el consumo de servicios y productos, que determina el modo de distribución de recursos.
 Significado para el ciudadano enojado: se refiere al sistema que explota individuos y recursos, utiliza a la guerra como mercancía, industrializa la muerte de individuos humanos y de otras especies, y desvaloriza las vidas de quienes no generen capital para el sistema.


   En la actual era de la globalización, en la que la destrucción genera ganancias, la estructura predominante de poder fomenta la violencia, y  la clasificación de los individuos y especies en categorías permite la continuidad de un sistema que concibe a los cuerpos como mercancía, es inevitable observar a diario como se manipulan los cuerpos y poblaciones humanas y no-humanas a cargo de las mismas políticas que las juzga como desechables.
Asimismo, la polarización en la distribución de la riqueza dentro de las sociedades de consumo contribuye al círculo vicioso en el que se torna difícil lograr re-significar a los individuos como sujetos de derechos y no como “cuerpos- objeto”.                                                 La segregación y la consecuente instalación de la idea de existencia de cuerpos que no tienen poder ni valor, no hace más que reforzar el poder del carácter destructor de las políticas actuales que adquieren cada vez más territorios y envuelven a toda la sociedad actual bajo su lógica de que “algunas vidas tienen valor y otras no”, y que por lo tanto, es aceptable la existencia de individuos desprovistos de todo significado dentro de la comunidad.
Esta lógica, ya fue plasmada por otros autores en conceptos como la “razón cínica” (Sloterdijk), la “era del vacío”(Lypovetsky, 1998), el “nihilismo”(Nietzsche), y el “Avance de la insignificancia” (Castoriadis). Asi como también por Enrique rojas, autor de “El hombre light” quien afirma que esta es la era del plástico, del cual se deriva un cierto pragmatismo de usar y tirar.
Pero ¿Cuáles son las políticas que fomentan y mantienen la continuidad de esta “era del vacío”?
¿Por qué es posible afirmar que el sistema que debería asegurar y sostener la vida, promueva ciertas prácticas para fomentar el conformismo ante la violencia y la discriminación entre humanos y también para con otras especies?
En este marco, es posible introducir los términos de “Necro-política”, “Bio-poder” y “Especismo”. Términos que encierran una paradoja y reflejan la intención de evitar la promoción del pensamiento crítico y la movilización política de los pueblos.
Explorando los términos, “Necro” es una palabra griega que significa “muerte”, y su unión a la palabra “política”, -entendida como una actividad que tiende a promover la participación ciudadana y garantizar el bien común de la sociedad-  genera cierto desconcierto. Este término fue creado por Achille Mbembe para reflejar lo contradictorias que son las políticas actuales, entendiendo a las mismas como “políticas de muerte” (no por una violencia explícita hacia los ciudadanos, sino por el acto de “dejar morir” a las personas en la exclusión). La necro-política consume a todos aquellos que sufren el aislamiento en una sociedad que ignora sus derechos.
Por otra parte, el concepto “Biopoder”, es  introducido por el filósofo francés Michel Foucault en La volonté du savoir, el primer volumen de su Histoire de la sexualité, por medio del cual expone la lógica de “administración de la vida” y  la práctica de los estados modernos de "explotar numerosas y diversas técnicas para subyugar los cuerpos y controlar la población".
La perspectiva foucaultiana se enfoca en la idea de que el hombre (entendido como ser vivo) es controlado por las políticas (se refiere a la anatomopolítica –cuerpo máquina- y la biopolítica –control de la población-) que se encargan de la administración de la vida -pero a diferencia del concepto de Mbembe- la función de estas políticas no es aniquilarla, sino invadirla, vigilando y guiando todos sus aspectos. Estableciendo una conexión entre el poder y la vida. El poder, que pretende llegar al “cuerpo” del individuo, para transformarlo en objeto de consumo, en máquina, en arma, en medio de producción. Según Foucault, como medio para este fin se utilizan las  “instituciones” (escuelas, ejércitos, hospitales) en donde se interiorizan dichos esquemas. Estas biopolíticas se manifiestan luego en los cuerpos, en la duración de la vida, la salud, control de los nacimientos, etc. El biopoder construye así un engranaje que dirige la vida de los hombres.
Achille Mbembe retomó el concepto de Foucault para construir su noción de políticas de muerte en la que la vida pierde valor y se torna desechable (despojando de todo significado a la vida) como contraparte esencial para comprender el Biopoder. De esta forma, la concepción Foucaultiana que significa “dejar vivir”(Biopoder) puede re significarse como un “hacer morir”(Necro-política).
¿Cómo es posible articular estos conceptos con la realidad actual?
Hechos: (sección compilatoria dedicada al ciudadano apolítico-políticamente correcto)
   La compañía farmacéutica Alemana Bayer compra Monsanto (líder en agroquímicos) por 66 mil millones de dólares y crea el mayor fabricante de semillas y herbicidas. No sería exagerado deducir que quienes controlan el proceso de cultivo, son los mismos que están a cargo de diseñar los medicamentos que utilizaremos para contrarrestar cualquier tipo de efecto a largo plazo que esta nueva “agricultura” produzca. Por otro lado,  El Fondo Monetario Internacional (que en la actualidad reúne a 189 países) teme por la estabilidad financiera que implica el aumento de la esperanza de vida. Que las personas vivan por más tiempo, supone una desventaja para el sector económico. Esto se observa claramente en las medidas que tomó el FMI como por ejemplo: Bajar pensiones, recortar prestaciones, aumentar impuestos, y ajustar la edad de jubilación con la esperanza de vida. El fondo pide a los países informes sobre la tendencia de envejecimiento, con el objetivo de realizar las reformas necesarias (cuanto más aumente la calidad de vida, es más conveniente para el mercado que las personas continúen aportando al sistema durante más tiempo, o bien que mueran rápido y en consecuencia no tener que pagar su jubilación).
¿Por qué no pensar que somos testigos cotidianos de ambas políticas? De personas con enfermedades crónicas en situación de vulnerabilidad, de la crisis migratoria en Europa a causa de conflictos armados, personas que conviven a diario con las fumigaciones por agroquímicos, pueblos nativos reprimidos y desplazados de su tierra natal, ciudadanos en situación de desempleo sin cobertura social, mujeres víctimas de violencia machista, de despidos en fábricas y la consecuente prohibición del derecho a huelga.
Ambos, el Biopoder y la Necro-política se manifiestan en la cotidianeidad, con cierto grado de consenso social establecido. Son esquemas naturalizados que conforman “el orden de las cosas” ligados estrechamente a la “Corporeidad”.  Es decir, que a los cuerpos que no son rentables (no producen y no consumen) se les deja morir (necro) y a los que aún tienen una función dentro del sistema se los supervisa y controla (bio).  Ahora bien, estos “Cuerpos” previamente pasan por una valoración social de carácter antropocentrista (idea que considera al ser humano como centro de todas las cosas) como consecuencia de esta perspectiva, surge el término “Especismo” que fue utilizado por primera vez en 1973,por el psicólogo británico Richard. D. Ryder como una analogía a ‘racismo’ y ‘sexismo’. Así como el racismo es una discriminación por raza y el sexismo es una discriminación por sexo, el especismo hace referencia a la discriminación por especie. El término suele emplearse para hacer referencia a la desconsideración moral que sufren los seres vivos no humanos, y la clasificación a la que son sometidos, en donde se otorga más importancia a la vida de algunas especies por sobre otras (un ejemplo muchas veces utilizado es el hecho de que perros y gatos son adoptados como “Mascotas” mientras que cerdos y vacas son considerados “Alimentos”). Dicha dicotomía en la clasificación está profundamente establecida en la sociedad a pesar de que movimientos luchan por hacer visibles sus contradicciones.   
Por tanto se puede afirmar que el biopoder es un elemento indispensable para el capitalismo, que concibe a los cuerpos como máquinas y mercancías que pueden ser catalogados en diferentes categorías: como “Genero” cuyas sub-categorías oscilan entre hombre-máquina, mujer-mercancía/máquina y “Especie” en donde aparece la dicotomía ser vivo-mascota, y ser vivo-alimento. De esta forma, se va configurando un sistema de opresión basado en la ausencia del individuo como sujeto. Se borran sus derechos, sentimientos, intereses, transformándolo en un objeto ("muerto en vida"). Esta cosificación y fragmentación de los cuerpos se puede observar en la violencia simbólica que sufren las mujeres, a diario retratadas como objetos sexualizados (mercancía) y como "medio" para engendrar vida (máquina).
Esta clasificación ejerce violencia sobre los cuerpos, ya que borrando al “sujeto” se consigue transformar en “objeto” un individuo que se puede consumir o desechar, puesto que es despojado de su totalidad y es observado en partes, fragmentado, envasado y vendido. Esto es lo que hace que no nos resulte agresivo o chocante, que no se enfrente con nuestro sistema de valores. Aparece la naturalización, como cuando vemos el bombardeo cotidiano de imágenes que cosifican a la mujer, y el pack de hamburguesas en el supermercado. Es esa misma clasificación, la que nos presenta todo en fragmentos que pueden ser consumidos.

A modo de conclusión, a partir de la recopilación de los saberes vigentes acerca de los términos Necro-política , Bio-poder y Especismo, el reconocimiento de dichos paradigmas, y el vínculo con las problemáticas en los que se reflejan y exponen, se puede ejercitar la reflexión necesaria para la problematización y la consecuente desnaturalización de sometimientos (de los que usted es testigo, ciudadano apolítico-políticamente correcto). La necesidad de racionalizar acerca de las políticas que controlan y dominan la vida de los seres vivos es determinante, dado que al exponer cuán paradójicas son,  se posibilita el pensar en posibles modos de intervención alternativos, realistas, sostenibles y sustentables. Promover el pensamiento autónomo y crítico para el beneficio de múltiples colectivos. Empezar por replantear la socialmente establecida percepción del “otro” como un ser desprovisto de derechos, que nace para “ser” alimento, para “ser” hipersexualizado, utilizado y descartado, y transformar esas ideas en concepciones que le(nos) otorguen un valor que respete toda libertad individual.

Referencias:
-Nacimiento de la biopolítica. Curso en el Collège de France (1978-1979). Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2007 (publicado originalmente en francés en 2004).
-Mbembe, Achille, Necropolítica -Sobre el gobierno privado indirecto. Barcelona, Melusina [sic.], 2011 (publicado originalmente en inglés en 2003).
-Mbembe Achille, “Necropolítica, una revisión crítica”, en Chávez Mac Gregor Helena (Coord.), Estética y violencia: Necropolítica, militarización y vidas lloradas, p. 130-139, UNAM-MUAC, México, 2012, pp. 161
-Mbembe Achille, Necropolítica, en Necropolítica seguido de sobre el gobierno privado indirecto, Melusina, Madrid, 2011
-Castoriadis, Cornelius (1997) El avance de la insignificancia. Eudeba. Bs.As
-Lipovetsky, Gilles (1998) La era del vacío. Anagrama. Barcelona.
-Rojas, Enrique (1992) El hombre Light. Planeta.
-“El FMI PIDE BAJAR PENSIONES POR “EL RIESGO DE QUE LA GENTE VIVA MAS DE LO ESPERADO” https://economia.elpais.com/economia/2012/04/11/actualidad/1334133453_457282.html
-“Confirmado: Bayer cerro la compra de Monsanto en US$66.000 millones” ttp://www.lanacion.com.ar/1937672-confirmado-bayer-cerro-la-compra-de-monsanto-en-us-66000-millones


Carla Morichetti (2017).       Código Safe Creative 1707303175785

Comentarios

  1. Felicitaciones por tu capacidad de relacionar temas tan profundos que invitan a la reflexión. Brillante.

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  2. Excelente escrito y muy clara las analogías. Saludos.

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